En octubre de 2019 Ecuador atravesó días de zozobra con motivo de una intensa protesta social en reacción a las políticas económicas del gobierno ecuatoriano, liderado por el presidente saliente Lenín Moreno Garcés.
Algunos dicen que fue un intento de desestabilización institucional, y otros, una auténtica manifestación ciudadana. Se dieron enfrentamientos entre manifestantes y agentes del orden que terminaron con trágicos resultados expuestos en el informe de la Comisión Especial para la Verdad y la Justicia de Ecuador (CEVJ) , que sugiere que en el país ocurrieron crímenes de lesa humanidad. Pero, ¿existieron realmente crímenes internacionales?
Como antecedente, el 1 de octubre de 2019, mediante el decreto ejecutivo No. 883, se decidió liberar el precio del combustible como parte de un compromiso con el Fondo Monetario Internacional y para reducir la brecha fiscal en el país. Como respuesta, el gremio de transportistas suspendió su actividad y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) inició una movilización masiva a nivel nacional.
La violencia escaló rápidamente y a los manifestantes se sumaron también otros grupos sociales como trabajadores, estudiantes, entre otros, con lo cual, si bien la protesta fue liderada por el movimiento indígena, posteriormente se desligaron de responsabilidad indicando que los desmanes y la violencia —que incluyó la paralización de la producción petrolera— no fueron responsabilidad de los miembros de su agrupación. Debido a la disrupción del orden público, el Ejecutivo se vio obligado de trasladar la sede del gobierno de la capital del país, en Quito, a la ciudad costera de Guayaquil.
Sea como fuere, el conflicto concluyó por negociación del Estado, encabezado por el presidente Lenín Moreno y, por el otro, Jaime Vargas, presidente de la CONAIE, en lo que se denominó, con cierto eufemismo, “Mesa de Diálogo”. Allí se acordó terminar la movilización a cambio de la derogatoria del decreto que liberalizaba el precio de los combustibles. Mediaron las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Ahora bien, fuera del marco ideológico en el que se desee inscribir los hechos, es evidente, desde una perspectiva exclusivamente jurídica, que en los acontecimientos de octubre de 2019 se cometieron múltiples delitos tanto por quienes se manifestaban como por las fuerzas del Estado.
En esa línea, el Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, creó la CEVJ. Este detalle es importante porque quienes componen la comisión y redactaron el informe fueron designados por invitación directa, es decir, no existió un proceso público para conocer sus méritos o, en su caso, impugnar su designación. Lo dicho es problemático porque según ha destacado el Secretario General de las Naciones Unidas respecto de las Comisiones de la Verdad:
“Lo más conveniente es constituirlas mediante procesos consultivos en los que se incorporen los criterios del público acerca de su mandato y de la selección de sus integrantes. Para que logren su cometido es preciso que gocen de verdadera independencia y que los procesos y criterios de selección de los integrantes sean verosímiles”.
En mi opinión, los comisionados no poseen una trayectoria suficiente en el ámbito de los derechos humanos y el derecho internacional penal; además, al menos dos de ellos han manifestado en ocasiones su animadversión al gobierno de Moreno y su cercanía con otros partidos políticos. En pocas palabras, sobre el informe queda un sesgo de parcialidad y falta de deliberación en la integración de la CEVJ.
Por otra parte, la metodología utilizada en el informe del CEVJ se basó en recopilar información de medios de comunicación, organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales y en el testimonio de las víctimas, a efecto de lo cual convocaron a audiencias públicas. En total, se analizaron 519 testimonios y, de este universo, 249 corresponden, según la CEVJ, a vulneraciones de derechos humanos perpetradas por agentes del Estado. El resto de testimonios son de policías, representantes de instituciones públicas y víctimas de delitos comunes, que quedan por fuera del marco de análisis del informe.
El informe de la CEVJ señala que en Ecuador se perpetraron: 20 casos de lesiones oculares; 3 casos de violencia sexual; 38 violaciones a la libertad personal; 123 violaciones al derecho a la integridad personal; 22 atentados contra el derecho a la vida y 6 ejecuciones extrajudiciales. El informe concluye que en Ecuador se habrían cometido crímenes de lesa humanidad conforme el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 1998, tratado del cual Ecuador es parte signataria.
Hay que destacar que para que se configure un crimen de lesa humanidad en los términos del derecho penal internacional se requiere: 1) la realización del tipo; 2) que la conducta sea cometida de forma generalizada (masiva) o sistemática (metódica); 3) que el sujeto pasivo sea población civil (exclusión de objetivos militares); y, 4) que se obre con conocimiento del plan.
Los crímenes internacionales pueden ser juzgados por cualquier Estado, pues el crimen afecta la esencia de la dignidad humana, es decir se habilita la jurisdicción universal. Además, la acción para perseguirlos y la pena son imprescriptibles y múltiples garantías procesales penales se ven flexibilizadas.
Como ha explicado el profesor alemán Kai Ambos, “los crímenes internacionales son políticos porque […] el elemento de la política es indispensable y su ausencia no puede ser compensada, por ejemplo, con un número particularmente elevado de actos y/o víctimas”. En otras palabras, “el elemento decisivo es el de que respondan a una política de actuación” por parte del Estado.
Además, la competencia de la Corte Penal Internacional es complementaria a la jurisdicción nacional: solamente intervendrá si Ecuador no procesa penalmente, de forma independiente e imparcial, a los sospechosos de aquellas conductas.
En el caso ecuatoriano y, siguiendo el informe de CEJV, los agentes del Estado no utilizaron armas letales sino, principalmente, gas lacrimógeno y balas de goma. De allí que la idea de una política de Estado contra la población pueda descartarse. La ausencia de “método” se complementa con el bajo número de casos, si se tiene en consideración el número de manifestantes y la magnitud de la protesta, de acuerdo con los datos reflejados en el informe: en más de 11 días y con decenas de miles de manifestantes hubo 20 casos de lesiones oculares, 3 casos de violencia sexual y 6 privaciones arbitrarias de la vida. Los números reflejan la ausencia del carácter “masivo” que es elemento del crimen internacional.
No se malentienda lo dicho: todas esas conductas son en el derecho penal ecuatoriano crímenes graves que deben ser investigados, procesados y debidamente sancionados (y, de hecho, la Fiscalía ha iniciado las investigaciones de rigor). Sin embargo, no se sostiene afirmar que existe una política de Estado por la desviación de conducta de un número ínfimo de las fuerzas del Estado. Además, en ciertos casos deberá examinarse si el uso de la fuerza fue o no proporcional y si alguna lesión fue causada en legítima defensa propia o de terceros.
Insisto: el hecho de que las conductas en cuestión no constituyan crímenes de lesa humanidad no quita que sigan siendo delitos bajo el derecho local y, además, graves violaciones a los derechos humanos, que comprometen la responsabilidad internacional del Estado ante el Sistema Universal e Interamericano de Derechos Humanos.
Hoy, más que nunca, los ecuatorianos requerimos con urgencia mirarnos a los ojos y reconocernos como iguales. Bregar por verdad, justicia y reparación; y, al mismo tiempo, fortalecer la democracia y el Estado de Derecho. Porque la protesta y la democracia no son antagónicas. Porque la primera es un termómetro de la segunda y porque la protesta, aunque sea un derecho por naturaleza disruptivo, tampoco es absoluto.
Citación académica sugerida: Cervantes Valarezo, Andrés: ¿Estallido social o democracia bajo ataque? Reflexiones sobre los hechos de octubre de 2019 en Ecuador, 2021/04/13, https://agendaestadodederecho.com/reflexiones-sobre-los-hechos-de-octubre-de-2019-en-ecuador
Doctor en Derecho por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Abogado experto en Derecho Constitucional y Derechos Humanos. Profesor de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y la Universidad San Francisco de Quito en Ecuador.
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Abogada colombiana, LLM en International Legal Studies por la Universidad de Georgetown y Máster en Argumentación Jurídica por la Universidad de Alicante. Es candidata a Doctora en Derecho por la Universidad de Georgetown. Actualmente se desempeña como Directora Asociada en el O'Neill Institute for National and Global Health Law y es docente en la Universidad de Georgetown y en programas de especialización y maestría en diversas universidades de América Latina. Anteriormente trabajó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde tuvo varios cargos, principalmente como Coordinadora de la Sección de Casos a cargo de la etapa de fondo y del litigio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Es profesora ayudante e investigadora predoctoral en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Tiene un Máster en Democracia y Gobierno, y un Máster en Gobernanza y Derechos Humanos, ambos de la UAM. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Lab Grupo de Investigación en Innovación, Tecnología y Gestión Pública de la UAM. Su tesis doctoral aborda la relación entre género, tecnologías y sector público, con un especial énfasis en la Inteligencia Artificial. También ha publicado sobre innovación pública y colaboración entre administraciones públicas y ciudadanía. Formó parte del equipo editorial de Agenda Estado de Derecho desde 2020 hasta febrero de 2022.
Abogada de la Universidad de Chile y Magíster en Derecho Internacional de la Universidad de Cambridge. En el ámbito profesional, se ha desempeñado en el extranjero como asistente legal en la Corte Internacional de Justicia y consultora para la International Nuremberg Principles Academy. En Chile, ha trabajado como abogada para el Comité para la Prevención de la Tortura, y actualmente se desempeña en la División de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Asimismo, es académica de Derecho Internacional Público en la Universidad de Chile. Sus áreas de investigación incluyen el derecho internacional de los derechos humanos, la regulación de la actividad policial y su conformidad con estándares internacionales, el derecho internacional humanitario y el derecho penal internacional.
Ex Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hasta el 5 de octubre de 2020. Abogado y docente uruguayo egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República de Uruguay (Udelar). Actualmente es senior fellow en El Diálogo Interamericano (The Interamerican Dialogue) y consultor en libertades informativas de UNESCO y organizaciones de la sociedad civil. Se desempeña como Secretario de Relaciones Internacionales y Gobierno Abierto del Gobierno de Canelones (Uruguay).
Docente y conferenciasta en el campo de la libertad de expresión y el derecho a la información en prestigiosas universidades, entre ellas American University (Washington), Unam (México), Universidad Carlos III (España), Stanford (California), Universidad del Pacífico (Perú), UBA (Argentina) Universidad Diego Portales (Chile), Udelar (Uruguay) y Universidad de los Andes (Colombia). Periodista, columnista y colaborador asiduo en distintos medios de comunicación.
José Luis Caballero Ochoa es Licenciado en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua; Maestro en Derecho, por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Doctor en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de España. Diplomado en derechos humanos y procesos de democratización por la Universidad de Chile. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores. Es académico – investigador en el Departamento de Derecho en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, del que fue su Director por seis años. Actualmente es Comisionado de la Comisión Internacional de Juristas. Ha participado o participa en diversas comisiones o consejos públicos, ciudadanos y académicos en México, entre los que destacan: el Consejo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal; la Junta Directiva del Instituto Federal de la Defensoría Pública; el Comité Consultivo del Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el Comité Académico y Editorial del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la Comisión de Selección del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, entre otros. Docente en diversos programas académicos en materia de derecho constitucional y derechos humanos en centros de educación superior nacionales, y ponente en congresos y foros académicos especializados en México, Argentina, Brasil, Chile, Guatemala, Colombia, España, Estados Unidos y Perú. Su papel como consultor y especialista ha implicado la elaboración de proyectos de ley, dictámenes técnicos bajo la figura de amicus curiae y peritajes internacionales. Su obra publicada consiste en más de 80 capítulos de libros y artículos en revistas especializadas sobre derecho constitucional, derechos humanos y derecho internacional de los derechos humanos, así como algunos libros en estas materias.
Doctorando en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina); Master en Derecho Penal y Procesal Penal por Osgoode Hall Law School, Universidad de York (Canadá); Diplomado Latinoamericano sobre Reforma Procesal Penal por la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales (Chile); Abogado con orientación en Derecho Penal por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Actualmente es el Director de Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP). Durante 8 años fue el Director del Área de Capacitación del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), organismo internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA), creado en 1999 por resolución de la Asamblea General de la OEA, con sede en Santiago de Chile.
Fiscal de la Procuración General de la Nación Argentina. Es abogada por la Universidad de Buenos Aires, donde se recibió con diploma de honor, Especialista en derecho penal y procesal penal por la Universidad Torcuato Di Tella y Máster en Derecho por la Universidad de Georgetown. Fue becaria de la Fundación Fulbright y perita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es profesora de Garantías Constitucionales del Derecho Penal Sustantivo y Procesal Penal de la Universidad de Buenos Aires, de Género y Derecho Penal en la Maestría en Derecho Penal de la Universidad de San Andrés y profesora invitada en distintas universidades, de grado y posgrado. Es autora de varios artículos en publicaciones académicas sobre temáticas de género y derecho penal y de garantías constitucionales en el proceso penal.
Abogado, Magíster en Derecho y Posgrado en Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la Universidad de Palermo. Profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Responsable del Programa para la Aplicación de Instrumentos de Derechos Humanos del Ministerio Público de la Defensa de la Nación. Integrante de la Red Latinoamericana de Académicas/os del Derecho - ALAS. Fue docente en diferentes universidades de Argentina, e investigador y docente en el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile. Sus temas de especialización son Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Acceso a la Justicia y No Discriminación.
Director Ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo, contacto nacional de Transparencia Internacional en Ecuador. Abogado y máster en Dirección y Gestión Pública, así como en Acción Política, Fortalecimiento Institucional y Participación Ciudadana en el Estado de Derecho. Fue miembro suplente de la Asamblea Nacional Constituyente de Ecuador y asesor constitucional en el Consejo de Participación Ciudadana. Fellow del Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho de la Universidad de Stanford. Consultor para organizaciones nacionales e internacionales en temas de derechos humanos, libertad de expresión, acceso a la información, participación ciudadana, transparencia y lucha contra la corrupción.
Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de la República de Uruguay, magíster en Estudios Políticos por la Universidad Metropolitana de Venezuela y licenciado en Comunicación Social por la Universidad Santa María con especialización en Gobernabilidad y Gerencia Política por la Universidad Católica Andrés Bello y The George Washington University. Autor del libro «Venezolanos en el Uruguay» (2019). Trabaja como editor de la plataforma Diálogo Político y coordinador de proyectos del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina de la Fundación Konrad Adenauer.
Abogado egresado de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala y con un Máster en Economía de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En la actualidad, desempeña el cargo de Editor Asistente en el blog de la International Association of Constitutional Law (IACL) y es Director del área de Estudios Jurídicos en la Fundación Libertad y Desarrollo, un think tank basado en Ciudad de Guatemala. A nivel docente, ejerce como profesor tanto en la Universidad del Istmo como en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Adicionalmente, es columnista para el periódico guatemalteco La Hora. Sus principales áreas de investigación son el derecho constitucional y el derecho electoral.
Vicepresidenta de incidencia y litigio internacional del Robert F. Kennedy Human Rights. Baeyens lidera la estrategia de incidencia legal en derechos humanos de la organización, incluyendo el litigio de casos de alto impacto ante mecanismos de la ONU y sistemas regionales de protección, en temáticas relacionadas con la protección del espacio cívico y la lucha contra la discriminación, violencia e impunidad. Previamente se desempeñó como oficial de asuntos políticos en la ONU y como oficial de derechos humanos en la CIDH, donde también coordinó la Relatoría sobre personas defensoras. Es profesora adjunta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown. Recibió su título de abogada de la Universidad de Ibagué, Colombia, y su LL.M en derecho internacional de los derechos humanos de la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos.
Juez electo de la Corte Internacional de Justicia, además de profesor y director del Departamento de Derecho Público de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y fundador del Centro de Derecho Internacional (CEDIN) y del Anuario Brasileño de Derecho Internacional. Tiene un máster de la UFMG y un doctorado de la Universidad París X Nanterre, y ha trabajado como jurista adjunto en el CIJ. Ha sido profesor visitante en el Institut des Hautes Études Internationales de la Université Panthéon-Assas Paris II, la Université Caen Basse-Normandie, la Université Paris-Ouest Nanterre la Défence y el Centro Lauterpacht de Derecho Internacional (Universidad de Cambridge, Reino Unido).
Abogado venezolano, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello. LL.M. en derecho internacional de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y Magíster en políticas públicas de la Universidad de los Andes, en Colombia. Actualmente se desempeña como asesor legal senior del Centro de Derechos Reproductivos y docente de la Universidad de los Andes. Fue abogado de la Secretaría de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Directora Ejecutiva de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF por sus siglas en inglés) organización regional dedicada a promover el Estado de derecho y los derechos humanos en América Latina. Antes de unirse a DPLF, fue Coordinadora Adjunta de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Comisión de la Verdad de Perú, a cargo de la investigación de graves violaciones de derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado interno en ese país. Previamente trabajó en la Adjuntía para los Derechos Humanos de la Defensoria del Pueblo de Perú y formó parte del equipo legal de la Coalición Contra la Impunidad (Alemania) que promovió el procesamiento penal en ese país de militares argentinos responsables de la desaparición de ciudadanos alemanes durante la dictadura argentina. Katya realizó sus estudios de derecho en la Pontifica Universidad Católica del Perú y de maestría en derecho internacional público en la Universidad de Heidelberg, Alemania.
Experto afiliado al Constitution Transformation Network de la Universidad de Melbourne e investigador asociado de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala. Doctor en Derecho por la Escuela de Derecho de la Universidad de Melbourne y una Maestria en Derecho Público e Internacional en esa misma casa de estudios, y una Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar. Tiene experiencia en gobierno, especificamente en negociacion de tratados y convenciones, litigio en instancias internacionales e implementacion de instrumentos en materia de derechos humanos, y como consultor para organismos financieros internacionales.
Candidato a doctor por la Facultad de Derecho de la Universidad de Ottawa (Canadá). Director de la Clínica de Derechos Humanos del Centro de Investigación y Enseñanza en Derechos Humanos (HRREC) y profesor de la Sección de Derecho Civil de la Universidad de Ottawa. Anteriormente trabajó en la Comisión Andina de Juristas, el Tribunal Constitucional y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Perú. Sus áreas de investigación son el Sistema Interamericano, Empresas y Derechos Humanos, Derecho Penal Internacional, TWAIL y libertad académica. Integrante del Grupo de Estudios Latinoamericano sobre Derecho Penal Internacional de la Fundación Konrad Adenauer.
Es abogada por la Universidad San Francisco de Quito, y tiene un LL.M. por el Washington College of Law de American University, con enfoque en Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Es candidata para el título de Doctora en Derecho por la Universidad Externado de Colombia. Ha trabajado como especialista en la Relatoría Especial para la Libre Expresión de la CIDH, Fundamedios y la Dirección Nacional de DDHH en Ecuador. Actualmente, es Directora del Observatorio de Derechos y Justicia de Ecuador, docente en la Universidad Internacional del Ecuador, y socia fundadora de Gentium Law Consultores.
Abogada costarricense, Máster en Derecho Internacional y Resolución de Conflictos por la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas. Actualmente se desempeña como Directora Legal para América Latina en Women’s Link Worldwide, desde donde ejerce como estratega legal, líder de iniciativa y abogada litigante, con una gran responsabilidad para diseñar y liderar complejos proyectos legales, asimismo, es docente en la Universidad para la Paz, y en diversas universidades de Costa Rica. Anteriormente trabajó en el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) como Directora del Programa para Centroamérica y México, en la Secretaría General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y como consultora internacional. Marcia se especializa en el litigio estratégico con enfoque de género e interseccional.
Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (Madrid). Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Guerrero (México). Es Investigador Nacional nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT, México). En representación de México es miembro del Grupo de Justicia Constitucional y Derechos Fundamentales del Programa Estado de Derecho para Latinoamérica de la Fundación Konrad Adenauer.