La lucha contra la pandemia ha permeado diferentes estructuras sociales jurídicas ¿Cuál ha sido su impacto en el acceso a la justicia?
Desde la irrupción del COVID-19, los países han asumido medidas para frenar la propagación de la enfermedad a través de la aplicación de toques de queda, el cierre de tribunales y la ampliación de los poderes del ejecutivo, entre otras. Esta crisis ha tenido un impacto particular sobre el funcionamiento de los sistemas judiciales, poniendo en peligro el derecho de las sociedades democráticas a disponer de una justicia operativa e independiente.
El avance de la pandemia, sus efectos y los retos que genera tienen un impacto en el corto, mediano y largo plazo para la independencia judicial, el acceso a la justicia y su administración. A lo largo de estos meses se ha podido constatar que, si bien esta epidemia ha tenido algunos efectos transitorios sobre la organización y el funcionamiento de las instancias judiciales, estos han generado dinámicas que tienen visos de consolidarse como una práctica habitual. Su impacto ha sido diferente en función de los países y las regiones, grupos y colectivos, produciendo una situación de parálisis y colapso de los sistemas de justicia.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), en su artículo 4, establece los requisitos para la legitimidad de un estado de excepción. El riesgo de conductas abusivas desde el poder político es real y abre condiciones favorables a la impunidad y a la vulneración de los derechos humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su informe OEA/Ser.L/V/II. Doc. 57, entiende que, con el fin de solventar una colisión de derechos, tanto el Estado como el poder judicial, deberán llevar a cabo “una permanente tarea de ponderación entre derechos e intereses legítimos muchas veces enfrentados o contrapuestos”.
En América Latina se declararon estados de emergencia con el fin de hacer frente a los retos planteados por la crisis sanitaria. Esta declaración legitima a los gobiernos para arrogarse potestades especiales que les permiten disponer de herramientas suplementarias a la hora de afrontar situaciones excepcionales. La utilización de estos mecanismos suele conllevar una restricción de los derechos humanos a cambio de controlar más exhaustivamente las circunstancias que provocan estas situaciones. El Comité de Derechos Humanos, en su Observación General 29 establece que la suspensión de los derechos establecidos en el PIDCP debe efectuarse, únicamente, en la medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación.
Se da la circunstancia de que, en ocasiones, los ciudadanos asumen la restricción de sus derechos fundamentales como un mal necesario con el fin de garantizar su seguridad. Es en estas circunstancias cuando una justicia independiente debe asumir la función de supervisión, defensa y promoción de los derechos y libertades fundamentales contra las posibles tentaciones autoritarias de los poderes públicos. La Corte IDH, en su Opinión Consultiva OC-9/87, determinó que el carácter judicial de las garantías conlleva la participación activa de un órgano judicial independiente e imparcial con competencia para pronunciarse sobre la legalidad de las medidas excepcionales adoptadas.
A pesar de lo anterior, ha quedado constatado cómo, por medio de los estados de emergencia en el marco de la pandemia, se han producido ataques a los sistemas judiciales que han amenazado su independencia y operatividad entre los que caben destacar la independencia judicial, la suspensión de derechos, el acceso a la justicia y la brecha digital.
Los principios básicos relativos a la independencia de la judicatura, en sus apartados 1 y 4, estipulan que los poderes legislativo y ejecutivo no interferirán, bajo ninguna circunstancia, en la independencia judicial y respetarán las decisiones que sean adoptadas por los tribunales.
En el ámbito específico de la independencia de los sistemas judiciales, se ha constatado ataques a la judicatura provenientes de tales poderes e, incluso, llamamientos, por parte de las autoridades nacionales, a no cumplir con las decisiones judiciales proferidas a nivel interno.
En el ámbito latinoamericano, los países adoptaron, en un primer momento, medidas destinadas a limitar o suspender las funciones del poder judicial. Esta circunstancia acentuó los problemas ya de por sí existentes respecto de la accesibilidad de los ciudadanos a la administración de justicia. Si los ciudadanos en situación de pobreza y situación de vulnerabilidad tienden a acudir en un bajo porcentaje a la justicia para resolver sus conflictos, la pandemia agudizó este tipo de situaciones.
Lo anterior, pasando por alto que, tal y como establece la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) en su artículo 27, el derecho a un juicio justo durante los estados de emergencia es una garantía judicial indispensable no susceptible de suspensión.
Muchos de los problemas relacionados con el acceso a la justicia en Latinoamérica, especialmente por parte de grupos en situación de vulnerabilidad como niños, afrodescendientes, mujeres o comunidades indígenas ya existían con anterioridad a la irrupción del Covid-19. Sin embargo, las medidas adoptadas por los Estados en el ámbito judicial durante la crisis sanitaria han agravado situaciones preexistentes.
La jurisprudencia de la Corte IDH, en el caso Velásquez Rodríguez contra Honduras y Barrios Altos contra el Perú, consagró el acceso a la justicia como un elemento primordial de la protección de los derechos humanos y el Estado de Derecho. Así pues, durante la pandemia se ha vulnerado, no solamente el derecho de acceso a la justicia, sino el de garantizar que esta prerrogativa esencial pueda ser disfrutada en condiciones de igualdad con independencia del género, raza o condición social.
Si al escenario planteado se le añade la capacidad de adoptar medidas económicas excepcionales con un impacto directo sobre los recursos disponibles en el ámbito judicial, el resultado es altamente preocupante. Para poder garantizar la independencia efectiva de la justicia en tiempos de crisis es necesario que el sistema judicial cuente con los recursos adecuados para hacer frente a los retos organizativos y poder asegurar que la ciudadanía tenga acceso a una justicia autónoma e imparcial.
El derecho a una audiencia pública por un tribunal competente derivado de los artículos 14 del PIDCP y 8 de la CADH ha sido otro de los derechos que se han visto especialmente afectados en contra de lo establecido por la CIDH en su Resolución 1/2020. En América Latina, la transición digital de los servicios de justicia no se ha traducido aún en una mejora de las condiciones de acceso. Diferentes colectivos judiciales han mostrado su preocupación respecto de sus posibles repercusiones sobre los derechos procesales y fundamentales de las partes que se han derivado de su implementación precipitada sin las debidas garantías.
En los países de la región los servicios de la administración de justicia se prestaron de forma interrumpida, limitándose a cumplir funciones jurisdiccionales muy limitadas. El Relator para la independencia de magistrados y abogados identificó la suspensión de plazos y servicios de justicia, la reprogramación de audiencias, la atención limitada o con restricción de horarios, la realización de audiencias virtuales o la priorización de determinadas causas. Estas limitaciones de la actividad jurisdiccional tienen un impacto importante sobre la función de garante de derechos y de control sobre el ejecutivo y el legislativo por parte del poder judicial. La afectación a los sistemas de justicia ha generado, no solo una enorme acumulación de casos por resolver, sino cuadros diversos de denegación de justicia, que vulneran los derechos fundamentales más básicos en situaciones de habeas corpus o de violencia de género, entre otras.
De acuerdo con el derecho internacional, y a pesar de las dificultades que pueda acarrear una situación determinada, los gobiernos tienen la obligación de asegurar en todo momento que la ciudadanía pueda acceder a recursos eficaces y a reparaciones plenas por las violaciones a sus derechos, así como a la información relacionada y a los servicios jurídicos. De ahí que sea fundamental que se destinen los recursos financieros necesarios para adaptar los sistemas de justicia a la nueva realidad surgida como consecuencia de la pandemia.
Durante este tipo de situaciones la administración de justicia debería tener la misma consideración que los servicios de salud en cuanto a su calificación de servicio esencial. Esta circunstancia permitiría dotar a los sistemas judiciales de los recursos necesarios para hacer frente a los problemas surgidos como consecuencia de este tipo de crisis. En particular, los Estados deberían priorizar la atención a aquellos colectivos vulnerables que más riesgo presenten.
Citación académica sugerida: Feo, Jordi. Covid-19, una amenaza para el acceso a la justicia. Agenda Estado de Derecho. 2021/10/25. Disponible en: https://agendaestadodederecho.com/https://agendaestadodederecho.com/covid-19-una-amenaza-para-el-acceso-a-la-justiciacovid-19-una-amenaza-para-el-acceso-a-la-justicia/
Palabras clave: Latinoamérica, independencia judicial, pandemia, justicia accesible, derechos fundamentales.
Doctor en Derechos Humanos, Democracia y Justicia Internacional por la Universitat de València. Coordinador del proyecto “Independence of Judges and Lawyers” en el HRREC (UOttawa). Profesor de los grados de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Valencia.
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Abogada colombiana, LLM en International Legal Studies por la Universidad de Georgetown y Máster en Argumentación Jurídica por la Universidad de Alicante. Es candidata a Doctora en Derecho por la Universidad de Georgetown. Actualmente se desempeña como Directora Asociada en el O'Neill Institute for National and Global Health Law y es docente en la Universidad de Georgetown y en programas de especialización y maestría en diversas universidades de América Latina. Anteriormente trabajó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde tuvo varios cargos, principalmente como Coordinadora de la Sección de Casos a cargo de la etapa de fondo y del litigio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Es profesora ayudante e investigadora predoctoral en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Tiene un Máster en Democracia y Gobierno, y un Máster en Gobernanza y Derechos Humanos, ambos de la UAM. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Lab Grupo de Investigación en Innovación, Tecnología y Gestión Pública de la UAM. Su tesis doctoral aborda la relación entre género, tecnologías y sector público, con un especial énfasis en la Inteligencia Artificial. También ha publicado sobre innovación pública y colaboración entre administraciones públicas y ciudadanía. Formó parte del equipo editorial de Agenda Estado de Derecho desde 2020 hasta febrero de 2022.
Abogada de la Universidad de Chile y Magíster en Derecho Internacional de la Universidad de Cambridge. En el ámbito profesional, se ha desempeñado en el extranjero como asistente legal en la Corte Internacional de Justicia y consultora para la International Nuremberg Principles Academy. En Chile, ha trabajado como abogada para el Comité para la Prevención de la Tortura, y actualmente se desempeña en la División de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Asimismo, es académica de Derecho Internacional Público en la Universidad de Chile. Sus áreas de investigación incluyen el derecho internacional de los derechos humanos, la regulación de la actividad policial y su conformidad con estándares internacionales, el derecho internacional humanitario y el derecho penal internacional.
Ex Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hasta el 5 de octubre de 2020. Abogado y docente uruguayo egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República de Uruguay (Udelar). Actualmente es senior fellow en El Diálogo Interamericano (The Interamerican Dialogue) y consultor en libertades informativas de UNESCO y organizaciones de la sociedad civil. Se desempeña como Secretario de Relaciones Internacionales y Gobierno Abierto del Gobierno de Canelones (Uruguay).
Docente y conferenciasta en el campo de la libertad de expresión y el derecho a la información en prestigiosas universidades, entre ellas American University (Washington), Unam (México), Universidad Carlos III (España), Stanford (California), Universidad del Pacífico (Perú), UBA (Argentina) Universidad Diego Portales (Chile), Udelar (Uruguay) y Universidad de los Andes (Colombia). Periodista, columnista y colaborador asiduo en distintos medios de comunicación.
José Luis Caballero Ochoa es Licenciado en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, Campus Chihuahua; Maestro en Derecho, por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Doctor en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de España. Diplomado en derechos humanos y procesos de democratización por la Universidad de Chile. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores. Es académico – investigador en el Departamento de Derecho en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, del que fue su Director por seis años. Actualmente es Comisionado de la Comisión Internacional de Juristas. Ha participado o participa en diversas comisiones o consejos públicos, ciudadanos y académicos en México, entre los que destacan: el Consejo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal; la Junta Directiva del Instituto Federal de la Defensoría Pública; el Comité Consultivo del Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; el Comité Académico y Editorial del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la Comisión de Selección del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, entre otros. Docente en diversos programas académicos en materia de derecho constitucional y derechos humanos en centros de educación superior nacionales, y ponente en congresos y foros académicos especializados en México, Argentina, Brasil, Chile, Guatemala, Colombia, España, Estados Unidos y Perú. Su papel como consultor y especialista ha implicado la elaboración de proyectos de ley, dictámenes técnicos bajo la figura de amicus curiae y peritajes internacionales. Su obra publicada consiste en más de 80 capítulos de libros y artículos en revistas especializadas sobre derecho constitucional, derechos humanos y derecho internacional de los derechos humanos, así como algunos libros en estas materias.
Doctorando en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina); Master en Derecho Penal y Procesal Penal por Osgoode Hall Law School, Universidad de York (Canadá); Diplomado Latinoamericano sobre Reforma Procesal Penal por la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales (Chile); Abogado con orientación en Derecho Penal por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Actualmente es el Director de Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP). Durante 8 años fue el Director del Área de Capacitación del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA), organismo internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA), creado en 1999 por resolución de la Asamblea General de la OEA, con sede en Santiago de Chile.
Fiscal de la Procuración General de la Nación Argentina. Es abogada por la Universidad de Buenos Aires, donde se recibió con diploma de honor, Especialista en derecho penal y procesal penal por la Universidad Torcuato Di Tella y Máster en Derecho por la Universidad de Georgetown. Fue becaria de la Fundación Fulbright y perita de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es profesora de Garantías Constitucionales del Derecho Penal Sustantivo y Procesal Penal de la Universidad de Buenos Aires, de Género y Derecho Penal en la Maestría en Derecho Penal de la Universidad de San Andrés y profesora invitada en distintas universidades, de grado y posgrado. Es autora de varios artículos en publicaciones académicas sobre temáticas de género y derecho penal y de garantías constitucionales en el proceso penal.
Abogado, Magíster en Derecho y Posgrado en Derecho Constitucional y Derechos Humanos por la Universidad de Palermo. Profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Responsable del Programa para la Aplicación de Instrumentos de Derechos Humanos del Ministerio Público de la Defensa de la Nación. Integrante de la Red Latinoamericana de Académicas/os del Derecho - ALAS. Fue docente en diferentes universidades de Argentina, e investigador y docente en el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile. Sus temas de especialización son Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Acceso a la Justicia y No Discriminación.
Director Ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo, contacto nacional de Transparencia Internacional en Ecuador. Abogado y máster en Dirección y Gestión Pública, así como en Acción Política, Fortalecimiento Institucional y Participación Ciudadana en el Estado de Derecho. Fue miembro suplente de la Asamblea Nacional Constituyente de Ecuador y asesor constitucional en el Consejo de Participación Ciudadana. Fellow del Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho de la Universidad de Stanford. Consultor para organizaciones nacionales e internacionales en temas de derechos humanos, libertad de expresión, acceso a la información, participación ciudadana, transparencia y lucha contra la corrupción.
Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de la República de Uruguay, magíster en Estudios Políticos por la Universidad Metropolitana de Venezuela y licenciado en Comunicación Social por la Universidad Santa María con especialización en Gobernabilidad y Gerencia Política por la Universidad Católica Andrés Bello y The George Washington University. Autor del libro «Venezolanos en el Uruguay» (2019). Trabaja como editor de la plataforma Diálogo Político y coordinador de proyectos del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina de la Fundación Konrad Adenauer.
Abogado egresado de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala y con un Máster en Economía de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En la actualidad, desempeña el cargo de Editor Asistente en el blog de la International Association of Constitutional Law (IACL) y es Director del área de Estudios Jurídicos en la Fundación Libertad y Desarrollo, un think tank basado en Ciudad de Guatemala. A nivel docente, ejerce como profesor tanto en la Universidad del Istmo como en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Adicionalmente, es columnista para el periódico guatemalteco La Hora. Sus principales áreas de investigación son el derecho constitucional y el derecho electoral.
Vicepresidenta de incidencia y litigio internacional del Robert F. Kennedy Human Rights. Baeyens lidera la estrategia de incidencia legal en derechos humanos de la organización, incluyendo el litigio de casos de alto impacto ante mecanismos de la ONU y sistemas regionales de protección, en temáticas relacionadas con la protección del espacio cívico y la lucha contra la discriminación, violencia e impunidad. Previamente se desempeñó como oficial de asuntos políticos en la ONU y como oficial de derechos humanos en la CIDH, donde también coordinó la Relatoría sobre personas defensoras. Es profesora adjunta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown. Recibió su título de abogada de la Universidad de Ibagué, Colombia, y su LL.M en derecho internacional de los derechos humanos de la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos.
Juez electo de la Corte Internacional de Justicia, además de profesor y director del Departamento de Derecho Público de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y fundador del Centro de Derecho Internacional (CEDIN) y del Anuario Brasileño de Derecho Internacional. Tiene un máster de la UFMG y un doctorado de la Universidad París X Nanterre, y ha trabajado como jurista adjunto en el CIJ. Ha sido profesor visitante en el Institut des Hautes Études Internationales de la Université Panthéon-Assas Paris II, la Université Caen Basse-Normandie, la Université Paris-Ouest Nanterre la Défence y el Centro Lauterpacht de Derecho Internacional (Universidad de Cambridge, Reino Unido).
Abogado venezolano, egresado de la Universidad Católica Andrés Bello. LL.M. en derecho internacional de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y Magíster en políticas públicas de la Universidad de los Andes, en Colombia. Actualmente se desempeña como asesor legal senior del Centro de Derechos Reproductivos y docente de la Universidad de los Andes. Fue abogado de la Secretaría de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Directora Ejecutiva de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF por sus siglas en inglés) organización regional dedicada a promover el Estado de derecho y los derechos humanos en América Latina. Antes de unirse a DPLF, fue Coordinadora Adjunta de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Comisión de la Verdad de Perú, a cargo de la investigación de graves violaciones de derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado interno en ese país. Previamente trabajó en la Adjuntía para los Derechos Humanos de la Defensoria del Pueblo de Perú y formó parte del equipo legal de la Coalición Contra la Impunidad (Alemania) que promovió el procesamiento penal en ese país de militares argentinos responsables de la desaparición de ciudadanos alemanes durante la dictadura argentina. Katya realizó sus estudios de derecho en la Pontifica Universidad Católica del Perú y de maestría en derecho internacional público en la Universidad de Heidelberg, Alemania.
Experto afiliado al Constitution Transformation Network de la Universidad de Melbourne e investigador asociado de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala. Doctor en Derecho por la Escuela de Derecho de la Universidad de Melbourne y una Maestria en Derecho Público e Internacional en esa misma casa de estudios, y una Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar. Tiene experiencia en gobierno, especificamente en negociacion de tratados y convenciones, litigio en instancias internacionales e implementacion de instrumentos en materia de derechos humanos, y como consultor para organismos financieros internacionales.
Candidato a doctor por la Facultad de Derecho de la Universidad de Ottawa (Canadá). Director de la Clínica de Derechos Humanos del Centro de Investigación y Enseñanza en Derechos Humanos (HRREC) y profesor de la Sección de Derecho Civil de la Universidad de Ottawa. Anteriormente trabajó en la Comisión Andina de Juristas, el Tribunal Constitucional y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Perú. Sus áreas de investigación son el Sistema Interamericano, Empresas y Derechos Humanos, Derecho Penal Internacional, TWAIL y libertad académica. Integrante del Grupo de Estudios Latinoamericano sobre Derecho Penal Internacional de la Fundación Konrad Adenauer.
Es abogada por la Universidad San Francisco de Quito, y tiene un LL.M. por el Washington College of Law de American University, con enfoque en Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Es candidata para el título de Doctora en Derecho por la Universidad Externado de Colombia. Ha trabajado como especialista en la Relatoría Especial para la Libre Expresión de la CIDH, Fundamedios y la Dirección Nacional de DDHH en Ecuador. Actualmente, es Directora del Observatorio de Derechos y Justicia de Ecuador, docente en la Universidad Internacional del Ecuador, y socia fundadora de Gentium Law Consultores.
Abogada costarricense, Máster en Derecho Internacional y Resolución de Conflictos por la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas. Actualmente se desempeña como Directora Legal para América Latina en Women’s Link Worldwide, desde donde ejerce como estratega legal, líder de iniciativa y abogada litigante, con una gran responsabilidad para diseñar y liderar complejos proyectos legales, asimismo, es docente en la Universidad para la Paz, y en diversas universidades de Costa Rica. Anteriormente trabajó en el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) como Directora del Programa para Centroamérica y México, en la Secretaría General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y como consultora internacional. Marcia se especializa en el litigio estratégico con enfoque de género e interseccional.
Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (Madrid). Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Guerrero (México). Es Investigador Nacional nivel I del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT, México). En representación de México es miembro del Grupo de Justicia Constitucional y Derechos Fundamentales del Programa Estado de Derecho para Latinoamérica de la Fundación Konrad Adenauer.