Al ser sede de la Cumbre del G20, Brasil eligió el desarrollo sostenible como tema central. Las reuniones previas culminaron en un documento conjunto con compromisos importantes para el desarrollo sostenible. En esta agenda se incluyen el enfrentamiento de los desafíos climáticos, incluidas medidas de adaptación y conservación de los océanos, la creación de un fondo para la conservación de los bosques tropicales y el impulso de la economía circular, garantizando innovación a escala mundial.

En primer lugar, Brasil reconoce la gravedad de la crisis climática y la necesidad de una acción conjunta y coordinada para enfrentar este desafío en el marco del G20. El país ha defendido el fortalecimiento de la cooperación internacional en áreas como la transición energética, la protección de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, destacó el compromiso del G20 de aumentar los recursos para reducir los efectos del cambio climático, crear una base de cooperación tecnológica y acelerar los procesos de transformación. Además, Brasil ha buscado promover el diálogo y la cooperación con países en desarrollo, compartiendo experiencias y buscando soluciones conjuntas a los desafíos climáticos. Como anfitrión, Brasil contempla soluciones multilaterales, regionales y cooperativas para este problema global.

En segundo lugar, la biodiversidad se presenta como otra agenda prioritaria. Brasil propuso la creación de un Fondo de US$ 125 mil millones para financiar la conservación de los bosques tropicales, con un enfoque especial en la Amazonía. La idea es que los países ricos contribuyan con préstamos, beneficiando a los países en desarrollo que se comprometen a mantener bajas tasas de deforestación. El Fondo, presentado en la COP 29 en Azerbaiyán, será lanzado en la COP 30 en Belém, Pará, en 2025, que también será sede en Brasil. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, reforzó que el Fondo complementa el mercado de créditos de carbono, garantizando la remuneración por los servicios ecosistémicos esenciales. Por lo tanto, se destaca el involucramiento de las diferentes liderazgos del ejecutivo brasileño en los compromisos de esta Cumbre.
Otra innovación de la presidencia brasileña es la Iniciativa sobre Bioeconomía, que busca conciliar el desarrollo y la sostenibilidad con soluciones basadas en la naturaleza. Los países miembros se comprometieron a la inclusión de los pueblos indígenas, el intercambio de buenas prácticas y la promoción de la restauración de áreas degradadas, generando políticas sostenibles.

Además, Brasil quiere desempeñar un papel crucial en la promoción del desarrollo sostenible en el comercio internacional, liderando avances significativos y promoviendo una agenda multilateral centrada en la inclusión y la justicia social. Uno de los hitos más importantes de la presidencia brasileña es la propuesta de los «Principios del G20 sobre Comercio y Desarrollo Sostenible», un conjunto de directrices para orientar a los países en la formulación de políticas que fomenten el progreso económico y social a escala global, en consonancia con la sostenibilidad ambiental y la justicia social.

También destaca la actuación de Brasil en la promoción de la igualdad de género en el comercio internacional. Se creó un compendio de buenas prácticas para aumentar la participación femenina en este ámbito, reuniendo iniciativas y políticas públicas que buscan empoderar a las mujeres e incentivar su participación en el comercio exterior. El compendio aborda temas como el acceso a financiación, la eliminación de obstáculos regulatorios y el desarrollo de programas de capacitación y mentoría para mujeres emprendedoras y trabajadoras del sector. Esta iniciativa resalta el compromiso de Brasil con la igualdad de género y con la promoción de un comercio internacional más inclusivo y justo.
Otro punto importante de la actuación brasileña es el énfasis en la sostenibilidad en las inversiones. Un estudio inédito de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), encargado por Brasil, reveló que la mayoría de los Acuerdos de Inversión Internacional (AII) del G20 incluye cláusulas que protegen la libertad de los Estados para implementar políticas de desarrollo sostenible. Este hallazgo refuerza la importancia de considerar la sostenibilidad en las inversiones internacionales, asegurando que los flujos de capital contribuyan al desarrollo económico y social de los países, sin comprometer el medio ambiente ni los recursos naturales.

Brasil también ha buscado alinear los acuerdos comerciales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. Con la presencia de la Unión Europea como organismo internacional, se discute el Acuerdo Mercosur-Unión Europea. Este incluye un capítulo específico sobre «Comercio y Desarrollo Sostenible», que menciona la Agenda 2030 y los 17 ODS, subrayando el compromiso de las partes de contribuir al logro de estos objetivos globales. Sin embargo, la implementación del acuerdo ha enfrentado desafíos, principalmente debido a divergencias sobre cuestiones ambientales y el cumplimiento del Acuerdo de París sobre cambio climático. Brasil ha buscado reforzar su compromiso con la sostenibilidad y la lucha contra la deforestación, aunque los países del Mercosur enfrentan diversos

Como parte de los preparativos de la reunión, los ministros de Investigación e Innovación de diferentes países del G20 y de naciones invitadas se reunieron en la ciudad de Manaos, en septiembre, y formularon una Declaración que defiende la innovación abierta y colaborativa como solución a los desafíos globales, buscando reducir las desigualdades en el acceso a la ciencia y la tecnología, promoviendo un desarrollo más justo y equitativo. El G20 prioriza un modelo que una al Norte y al Sur Global, y reconoce que las disparidades en el acceso a la innovación perjudican el desarrollo, especialmente en los países en desarrollo. El compromiso del G20 es ampliar la cooperación internacional en ciencia, tecnología e innovación, promoviendo el acceso equitativo a oportunidades de investigación, innovación y financiación. La declaración subraya que la innovación es un proceso colaborativo y voluntario, respetando las diversas culturas, los derechos humanos, la seguridad nacional, así como los principios de libertad académica, ética, integridad de la investigación y privacidad de los datos.

La actuación de Brasil en la presidencia del G20 ha estado marcada por el compromiso con el desarrollo sostenible, la inclusión social y la cooperación internacional. El país promueve avances significativos en áreas como comercio internacional, igualdad de género, sostenibilidad en las inversiones y lucha contra el cambio climático. Sin embargo, Brasil enfrenta el desafío de superar las crisis y las inestabilidades que caracterizan el escenario internacional, así como de conciliar los intereses de los diferentes actores involucrados en las relaciones internacionales. Finalmente, con esfuerzo y dedicación, liderar el G20 se presenta como una oportunidad para Brasil de consolidar su posición como actor relevante en la promoción de un orden internacional más justo, sostenible e inclusivo.